Aporta luminosidad a la piel, dejando un acabado suave y sedoso.
Protegen la piel del envejecimiento neutralizando los radicales libres.
Para conseguir una tez fresca y luminosa, aplicar en los puntos más destacados del rostro con el pincel de colorete: pómulos, ángulo interno del ojo, debajo del hueso de la ceja, mentón y nariz. Difuminar con el dedo para un acabado más natural.